La terapia es un espacio de encuentro, un lugar de confianza donde terapeuta y paciente construimos una relación basada en el respeto, el cuidado y la presencia.

Con una mirada humanista e integradora, y especial atención a las heridas relacionales y los patrones de codependencia, el vínculo terapéutico se convierte en un lugar reparador.

Más allá de aliviar el síntoma, mi labor como terapeuta es acompañarte en tu proceso, mientras vas reconociendo por ti misma los obstáculos que hoy te impiden llevar una vida más plena y verdadera.

La terapia es un espacio seguro donde puedes empezar a mirarte con honestidad, con compasión y con la posibilidad de reconectar con partes de ti que tuviste que dejar atrás para poder seguir adelante.

No se trata de cambiar lo que eres, sino de recuperar lo que en algún momento tuviste que ocultar para sobrevivir.